Exposición a pequeñas cantidades de toxinas y venenos ambientales no causa enfermedades o la muerte
inmediatamente, pero las sustancias tóxicas pueden acumularse en el cuerpo y
eventualmente producen efectos nocivos que arruinan la salud.
Podemos gozar una vida más larga y mejor salud evitando las sustancias toxicas en nuestro medio ambiente.
Los efectos perjudiciales de bajos niveles de contaminantes se pueden determinar solamente después de muchos años de análisis.
A veces, enfermedades relacionadas con el trabajo proporcionan pistas acerca de los contaminantes del medio ambiente.
Los romanos sabían que el plomo podía causar graves problemas de salud como la locura y la muerte, y por lo tanto
usaban esclavos para el minado del plomo que utilizaban para la tubería.
La expresión "loco como un sombrerero" originó de la confusión mental y los daños neurológicos
que sufrían los trabajadores que se exponían a los compuestos de mercurio usados para procesar el
fieltro en las fábricas de sombreros.
En los tiempos modernos, se ha reconocido que la inhalación de asbesto (amianto),
polvo de hulla, polvo de fibra de algodón, y el humo del tabaco pueden resultar en la disminución de función pulmonar,
el cáncer y la muerte.
Productos químicos para el hogar
Aun si vivimos y trabajamos en un medio ambiente bastante limpio, todos los días podemos estar expuestos
a sustancias nocivas porque muchos tipos de sustancias químicas se usan en la agricultura, la producción
de alimentos, y la fabricación de mercancías para el hogar.
Por ejemplo, los bifenilos policlorados (BPC) y éteres de difenilo polibromado (PBDE) que son ampliamente
utilizados como retardantes de fuego en espumas de poliuretano para el acolchado de alfombras y el relleno
de asientos, se han encontrado en muchas fuentes alimenticias, incluyendo peces y grasas animales.
Los retardantes de fuego también se han detectado en los seres humanos y en la leche humana en todo el mundo.
La contaminación por estos retardantes de fuego causa consternación porque estos compuestos halogenados
perturban el sistema endocrino y tienen el potencial de afectar gravemente el desarrollo sexual.[1]
Aun si no es posible evitar los contaminantes ampliamente distribuidos, es posible reducir
la exposición a sustancias químicas peligrosas en el hogar y en el trabajo usando tres principios básicos:
Respire aire limpio
Evite el contacto de la piel con productos químicos nocivos
No tome agua o coma alimentos contaminados con sustancias químicas dañinas, bacterias nocivas, o parásitos
Podemos protegernos de ciertos tipos de contaminación usando mascarillas para filtrar el aire que respiramos y
guantes para prevenir que nuestras manos toquen productos químicos nocivos.
Pero también tenemos que deshacernos de las ideas que hemos aprendido a través de los anuncios de televisión.
Necesitamos pensar en todo lo que hacemos en nuesto hogar. Por ejemplo, los anuncios de televisión nos dicen que si una habitación
huele mal, tenemos que usar un aerosol desodorante o dispersar aceites perfumados en el aire que respiramos.
Antes de usar un aerosol desinfectante como Lysol, hay que pensar:
¿Si el desinfectante realmente mata a los gérmenes, que le hará a las células de los pulmones? ¿Qué podemos hacer?
Para deshacerse de los malos olores hay que eliminar la fuente del olor y abrir las ventanas para que entre aire fresco.
La limpieza debe hacerse con agua enjabonada o una solución que no contamine el aire.
Los fabricantes no están obligados a declarar los ingredientes en los productos de lavandería, ambientadores,
y productos de limpieza. La mayoría de los perfumes que se usan en los detergentes, en los ambientadores
aromatizadores, y desodorizadores contienen muchas sustancias orgánicas que se vaporizan y pueden ser
perjudiciales. Las personas sensitivas pueden sufrir dolores de cabeza, convulsiones, ataques de asma, o
dificultad para respirar al exponerse a las sustancias químicas volátiles.
Muchos ambientadores contienen compuestos de ftalato que se han relacionado con anomalías hormonales,
defectos congénitos y problemas reproductivos.
Estas son algunas sugerencias para mantenerse en buena salud y evitar la contaminación ambiental en el hogar:
En la cocina:
Lávese las manos antes de preparar alimentos. Lea más información sobre la higiene.
Lave bien las frutas y verduras que puedan haber sido rociadas con pesticidas, o compre alimentos ecológicos.
Evite los pesticidas en aerosol. Los fumigantes para matar cucarachas pueden contener organofosfatos y carbamatos
que son neurotoxinas. Use trampas con cebo que no contaminen el aire, las escobas, y trapeadores.
Evite ponerse en contacto con detergentes lavavajillas o inhalar el polvo de los detergentes para ropa.
Evite el uso de sartenes de teflón a altas temperaturas porque generan gases tóxicos.
Evite inhalar el humo de las estufas, de los hornos, y de los alimentos cocinados a altas temperaturas
porque muchos productos químicos nocivos se crean a altas temperaturas.
Evite respirar los limpiadores de horno en aerosol. Estos productos contienen hidróxido de sodio que es muy cáustico.
No use parrillas de carbón en lugares con poca ventilación, porque al quemarse, el carbón produce
monóxido de carbono que es un gas venenoso.
Evite las palomitas de maíz para microondas sabor mantequilla que usan diacetil como un saborizante artificial.
Esta sustancia química se ha asociado con la enfermedad pulmonar obstructiva en las fábricas de palomitas para microondas.
En el comedor:
Beba agua purificada.
No coma alimentos con grasas hidrogenadas, ya que aumentan la
probabilidad de un ataque al corazón.
Evite los alimentos conservados con nitritos porque forman nitrosaminas que pueden
causar cáncer.
No coma alimentos en mal estado, ya que pueden causar intoxicaciones alimentarias.
Evite la carne y mariscos mal cocinados, porque pueden tener parásitos.
Evite los alimentos ahumados, ya que aumentan el riesgo de cáncer colorrectal[2]
Evite los alimentos contaminados con mercurio o metales pesados. Los moluscos y los peces marinos
grandes tienen más riesgo de contaminación.
No ponga alimentos en platos de cerámica ornamental que puede estar pintada con metales pesados.
No utilice cristal de plomo porque contamina los alimentos y bebidas con el plomo.
No use platos o tazas de peltre para evitar la contaminación de metal.
La cera para muebles otros productos para limpieza de muebles pueden contener nafta que
causa inflamación del sistema nervioso central.
En el garaje, taller, o en el jardín:
Evite tocar la gasolina o respirar sus vapores. La gasolina por lo general contiene benceno, que es un carcinógeno.
No toque los líquidos del automóvil (limpiador de parabrisas, aceites para el motor o la transmisión, etc)
Evite el contacto con el ácido de la batería porque causa quemaduras graves.
Los anticongelantes para radiadores de automóviles contienen etilenglicol que tiene un sabor dulce
y puede envenenar a una mascota o un niño aún cuando se ingiere en pequeñas cantidades.
Mantenga los anticongelantes y otros productos químicos peligrosos fuera del alcance de los niños,
y limpie cualquier derrame.
No respire los vapores de combustión de los automóviles.
Nunca deje el motor del coche en marcha en un garaje con poca ventilación porque la acumulación
de monóxido de carbono puede ser fatal.
Las pesas de pesca, las balas, y la soldadura contienen plomo que es tóxico.
Evite respirar pinturas en aerosol y los vapores de removedores de pintura. Elija pinturas de baja emisión
y trabaje en áreas bien ventiladas.
No toque ni respire los pesticidas.
No toque ni respire los disolventes para pintura.
Los repelentes contra insectos que contienen DEET pueden irritar la piel. Use repelentes naturales
hechos de limón o eucalipto.
En el baño:
Evite el contacto de la piel con los perfumes.
No respire los aerosoles para el cabello.
Evite el contacto con lociones después de afeitarse.
Evite los colores de pelo que contienen acetato de plomo.
No mezcle soluciones de cloro con productos de limpieza con amoníaco porque se produce gas
de cloro que es venenoso.
En general:
Evite los suavizantes para la ropa porque pueden causar problemas respiratorios. [3]
Evite el humo de los cigarrillos. El humo de segunda mano, conocido como humo
de tabaco ambiental, también causa cáncer.
No encienda velas o queme incienso. Ambos son riesgos de incendio y producen humo que contamina el aire.
Elimine el uso de los hogares y estufas de leña. Use ventilación adecuada con aparatos de
combustión sin escape como las estufas y calentadores de queroseno.
Evite habitaciones con humo.
Evite los lugares polvorientos.
La ropa recién llegada de la tintorería puede liberar percloroetileno, que es un probable
carcinógeno humano. Cuelge la ropa en una galería ventilada o en un garaje hasta que la ropa esté libre de olor químico.
Nuevos productos plásticos hechos con policloruro de vinilo pueden emitir ftalatos que se
utilizan como plastificantes o polibromodifeniléteres que se utilizan como retardantes de llama.
Las alfombras nuevas y los adhesivos utilizados para instalarlas pueden emitir compuestos
orgánicos volátiles. Mantenga las habitaciones recién alfombradas bien ventiladas.
Las proteínas del cabello, la saliva o la orina de los animales domésticos pueden causar reacciones alérgicas.
Los collares antipulgas para las mascotas pueden exponer toda la familia a los insecticidas.
No permita que los bebés o niños pequeños mastiquen los juguetes de plástico blando que contengan ftalatos.
Reduzca el tiempo al aire libre cuando el nivel de polen esta alto o cuando el aire esta contaminado
con las emisiones de los automóviles.
Fuentes bibliográficas:
Ernie Hood, "Endocrine Disruption and Flame-Retardant Chemicals: PBDE-99 Effects on
Rat Sexual Development", Environ Health Perspect. 2006 February; 114(2): A112-A113
Marques-Vidal P, Ravasco P, Ermelinda Camilo M,
Foodstuffs and colorectal cancer risk: a review,
Clin Nutr. 2006 Feb;25(1):14-36. Epub 2005 Nov 14.
PMID: 16290272
Anderson RC, Anderson JH,
Respiratory toxicity of fabric softener emissions,
J Toxicol Environ Health A. 2000 May 26;60(2):121-36.
PMID: 10872633